Este beauty está inspirado en la novela de Jim Thompson El demonio bajo la piel.
En la sesión se utilizó una única luz y un reflector para crear una iluminación homogénea en el rostro y tener la base del collage que posteriormente se crearía en edición. El maquillaje fue igualmente sencillo para extraer los colores puros y crear la estética que les da coherencia a las fotografías.